Kangocho AA
Análisis del grano
Datos de cata
Densidad del grano (0.743)
Actividad de agua (0.498)
Sobre la finca
Kangocho Factory
La fábrica Kangocho (término utilizado para referirse a las estaciones centrales de lavado en Kenia) forma parte del panorama cafetero de Kenia desde su fundación en 1985. El nombre Kangocho proviene del idioma kikuyu y significa «lugar de esquinas», lo que refleja la cultura y la geografía locales.
Inicialmente, Kangocho Factory era propiedad y estaba gestionada por la Cooperativa Agrícola Mathira. En 1996, Kangocho se separó de la cooperativa junto con otras dos fábricas (Gichathaini y Ndaroini) para formar la Cooperativa Agrícola Gikanda.
Hoy en día, más de 600 000 pequeños agricultores con menos de 5 acres componen el 99 % de la población dedicada al cultivo del café en Kenia. Sus fincas cubren más del 75 % del total de la superficie dedicada al cultivo del café y producen casi el 70 % del café del país. Estos agricultores están organizados en cientos de Cooperativas Agrícolas (FCS), todas las cuales operan al menos una fábrica.
SL28 y SL34 son dos de los cultivares de café arábica más famosos de Kenia, ambos seleccionados en la década de 1930 por los Laboratorios Agrícolas Scott (de ahí el prefijo «SL»). Estas variedades constituyen la esencia del perfil clásico del café keniano: una taza limpia, una acidez afrutada brillante y un dulzor intenso. En particular, SL28 está considerada como una de las variedades con mayor potencial sensorial del mundo, y suele aparecer en los microlotes especiales mejor valorados.
Sobre la región
El condado de Nyeri es famoso por su importante contribución a la producción de café de Kenia, destacando entre otras regiones productoras. Las condiciones climáticas y las características naturales de Nyeri crean un entorno ideal para el cultivo del café. La región cuenta con ricos suelos volcánicos rojos, abundantes precipitaciones y temperaturas suaves pero cálidas, todo ello esencial para producir café de alta calidad.
Cuando se acerca la época de la cosecha, los productores de Nyeri siguen un enfoque orgánico, recolectando a mano solo los frutos más maduros. Una vez finalizada la cosecha manual, los granos frescos se embolsan y se transportan al molino húmedo de la fábrica de Gichathaini. Allí se someten a un proceso de despulpado para eliminar la capa exterior del fruto. El pergamino resultante se transfiere a tanques llenos de agua procedente del cercano río Ragati. Esta agua, esencial para el proceso de fermentación, ayuda a descomponer el mucílago de los granos. El molino muestra un fuerte compromiso con la conservación, especialmente en el uso responsable del agua. Trabaja en estrecha colaboración con pequeños agricultores que aportan su producción de parcelas de 1 hectárea o menos.
Después de la fermentación, el café se extiende en camas elevadas para secarse al sol. Una vez completada esta etapa, el café es descascarillado por la empresa Highlands Coffee Company, muy consciente del medio ambiente. A continuación, se embolsa cuidadosamente, listo para su exportación.