La finca

En 2018, Juan Felipe adquirió una finca abandonada que, durante años, había sido propiedad de caficultores tradicionales que enfrentaban enormes desafíos. A pesar de haber estado inactiva durante tres años, él vio su inmenso potencial y decidió revitalizarla. 

Con una extensión de 380 hectáreas, la finca, que lleva un nombre inspirado en su carácter, se ha convertido en un ejemplo de innovación y sostenibilidad. Hoy en día, esta finca alberga más de 21 variedades exóticas de café, lo que la convierte en un tesoro para los amantes del café especializado. Además, cuenta con una reserva natural protegida que juega un papel crucial en la conservación del medio ambiente. Entre las especies que habitan en la reserva destaca el oso andino, una especie en peligro de extinción conocida por sus características "gafas". 

La finca no solo es un centro de producción de café de alta calidad, sino también un refugio ecológico, con una vasta reserva forestal y recursos hídricos que no solo sustentan a las familias que viven allí, sino también al pueblo cercano. La visión de Juan Felipe ha transformado este lugar en un ejemplo de cómo la caficultura y la conservación ambiental pueden ir de la mano para crear un impacto positivo.

El proceso Honey - comienza recolectando el café en su punto óptimo de maduración. Luego, los granos se someten a un beneficio húmedo y una fase de flotación, donde se separan los granos de mayor calidad de los defectuosos. A continuación, el café se fermenta en su estado de cereza dentro de sacos por 36 horas. Después de este tiempo, se despulpa y se fermenta nuevamente, esta vez de manera anaeróbica, en contenedores de plástico de 200 litros durante 96 horas. Finalmente, el café se seca durante aproximadamente 8 días para completar el proceso.

Especificaciones

La región

Antioquia es quizás el departamento productor de café más tradicional de Colombia, con pequeñas parcelas, medianas propiedades y grandes fincas que se extienden arriba y abajo de las escarpadas montañas de la Cordillera Occidental de los Andes que atraviesa el departamento. La producción de café se extiende a lo largo de todo el departamento, desde el final de los suburbios de Medellín hasta la frontera sur de Antioquia con Risaralda y Caldas.

Pero, recientemente, los agricultores antioqueños se han diversificado para aplicar nuevos sistemas y técnicas. Casi todas las fincas de Colombia incluyen un pequeño beneficio húmedo y una superficie de secado, a menudo una superficie en la azotea con una cubierta desmontable, para procesar el café. Las explotaciones antioqueñas se describen a menudo como "tecnificadas", que aplican las últimas innovaciones agronómicas. Hoy en día, los agricultores diversifican esta tecnificación más allá de las mejores prácticas prescritas para todo el departamento, desarrollando en su lugar sus propias mejoras técnicas para aprovechar al máximo los atributos de su propiedad y producir el mejor café posible.

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